Laurence Debray: “Vengo a reiterarles que se deberían enorgullecer del reinado de Juan Carlos I”

Escritora francesa, ha estudiado la vida del Rey Padre en una biografía y un documental. Ahora, en ‘Mi rey caído’ (Debate) analiza su figura desde su soledad en Abu Dabi.

MARINA PINA
CREADA. 31-03-2022 | 22:00 H
FUENTE. EL MUNDO  |  Publicación EM

Laurence Debray debería haber sido una historiadora admiradora de héroes socialistas o de partidos de la izquierda liberal. Eso es lo que lleva en los genes, pues es hija de la antropóloga Elizabeth Burgos y del político francés Régis Debray. Pero a ella le dio por las antípodas de la izquierda: la monarquía. Desde pequeña estudia a la figura del Rey Juan Carlos, al que ha dedicado una biografía, un documental y su último libro, Mi rey caído (Debate) donde analiza la figura del ex Monarca desde su destierro a Abu Dabi. «Vengo a reiterarles que se deberían enorgullecer del reinado anterior», sentencia.

PREGUNTA. La traducción al español de ‘Mi rey caído’ empieza con unas notas, como si tuviera que justificarse ante el lector español.

RESPUESTA. Sí, porque entiendo que pueda molestar el discurso de una extranjera sobre sus asuntos internos. Entonces pido al lector tolerancia hacia un discurso que no quiere chocar pero que existe sobre los españoles y que a lo mejor no lo saben. Tienen que saber que fuera uno no piensa igual sobre el Rey.

P. ¿Le ha decepcionado el trato que se ha dado al Rey en España?

R. No es ninguna decepción porque no estoy aquí para juzgar, me ha sorprendido. Expulsar o empujar hacia la salida a un jefe de Estado después de 39 años de reinado, con más de 80 años y con problemas de salud… la verdad, no lo entiendo. Que se marche no hace desaparecer el problema, es sólo intentar no verlo.

P. El único reproche que he podido encontrar en su libro hacia Don Juan Carlos es que no supo entender el siglo XXI.

R. Y también que no forjó su leyenda. Son los dos reproches. Creo que no entendió el siglo XXI y el cambio generacional. En los años 80 se sabía que el Rey tenía amantes y que prefería andar con empresarios, pero no molestaba tanto. Hoy en día sí molesta, la sociedad ha cambiado y él no entendió que cambió.

P. Me habla de las amantes, en el libro usted cuenta que saber la vida privada del Rey no cambia su opinión sobre él porque en Francia la política y los líos amorosos van de la mano. ¿Cree que Don Juan Carlos se equivocó de amante?

R. Creo que las amantes tienen que ser discretas y no tan oportunistas. Ahí Don Juan Carlos falló. No sé si por vejez, por amor o por todo, pero falló. Es así pero eso también alimenta su vida de novela.

P. Hablando de esto, me imagino que está al tanto de las últimas novedades judiciales de Londres. Usted que le conoce, ¿cree que el Rey cumple con el perfil de un acosador?

R. Eso me hace reír. El Rey es lo opuesto a un acosador, claro que no. Yo no tengo ni idea de lo que pasó y no estaba ahí pero me da pena toda esta situación, que quiere que le diga.

P. Dice que no supo forjar su leyenda y en el libro insiste en que su figura está muy alejada del estereotipo de Rey. Su teoría casa con el adjetivo de “campechano” con el que le definían, ¿cree que eso le ha podido perjudicar?

R. Sí. Al final no era un rey muy monárquico en su forma de ser. Don Juan Carlos pudo seducir a toda España y consiguió el apoyo que necesitaba para la transición pero, a la vez, no forjó su leyenda. No quiso ser el gran héroe y España tampoco quiso darle ese papel.

P. Usted afirma literalmente: “Don Juan Carlos podría haber sido una brújula política internacional”.

R. Sí, y no lo quiso. Él fue muy buen consejero para desactivar las crisis internacionales. Tiene esa manera de entender y dialogar que es la receta del éxito, pero no tomó el camino que hubiera podido coger.

P. ¿Es útil la corona?

R. Sí, representa el Estado y la unidad del país. Sobre todo fuera, no sé si se dan cuenta los españoles que un Rey cuenta en el extranjero.

P. ¿Cree que en España nos cuesta perdonar?

R. Creo que en España confunden la vida privada y la pública, haber cometido errores en su vida personal no puede sentenciarle. Todo lo contrario, España le debe mucho. Creo que los Españoles tienen un problema porque impiden al Rey acceder al Patrimonio Nacional y él es patrimonio nacional, Europeo y mundial. Es una contradicción: en Francia hubo muertos cuando se construyó la Torre Eiffel, ¿la quitamos o es parte de nuestro patrimonio? El Rey es parte de la Historia y sus 39 años de reinado fueron tiempos fabulosos para España.

P. “Vengo a reiterarles que se deberían enorgullecer del reinado anterior”, dice en el libro.

R. Me da la sensación que tienen una vista demasiado corta y sin sentido de la Historia a la hora de juzgar a Don Juan Carlos.

P. ¿Qué pasa que una francesa es ahora mismo la gran defensora de Don Juan Carlos?

R. Que les encanta criticarse. Están siempre construyéndose su propia leyenda negra y los franceses, sin embargo, nos autopromocionamos demasiado. Los españoles desde hace varios siglos se hacen una leyenda negra. Creo que es un problema entre un pueblo y su historia, seguir alimentando un cierto espíritu de guerra civil, de odio, de crítica…

P. “La autodenigración es el deporte nacional”, afirma en el libro.

R. Es que España es un país fenomenal pero creo que a los españoles les gusta flagelarse.

CONCORDIA REAL ESPAÑOLA

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