Comienza la semana de actos institucionales para los reyes Felipe VI (53 años) y Letizia (49). Este lunes, a primera hora de la mañana, el matrimonio real viajaba desde Madrid hasta Lisboa para su presidir su primer acto conjunto en los últimos días de este mes de septiembre. Una jornada intensa para la que han contado con la compañía del presidente de Portugal, gran amigo personal de los monarcas, Marcelo Rebelo de Sousa (72).

La primera parada de Sus Majestades ha sido en la Fundación Champalimaud, un centro de referencia internacional dedicado a la investigación en áreas como la oncología, la oftalmología y la neurociencia. Felipe y Letizia ya estuvieron en este complejo biomédico en noviembre de 2016 al término de la visita de Estado que hicieron a Portugal.

El Champalimaud Center for the Unknown tiene un convenio con la Fundación Reina Sofía, que preside la madre de Felipe VI, para avanzar en la investigación de enfermedades neurodegenerativas como el párkinson y el alzhéimer.

En esta ocasión, los Reyes han inaugurado junto al líder de Ejecutivo del país vecino un área de investigación sobre el cáncer de páncreas. Posteriormente se han trasladado al centro de investigación para recorrer las nuevas instalaciones junto a la presidenta de la entidad, Leonor Beleza (72).

Ha sido ahí donde los soberanos han protagonizado un momento poco habitual entre ellos. Un instante inmortalizado por los fotógrafos acreditados donde pueden verse a Felipe y Letizia siendo parte de una escena casi cinematográfica.

En un momento determinado, mientras bajaban las escaleras mecánicas del citado centro de investigación médica portugués, el Rey mira cariñosamente a su esposa, con la que comparte una confidencia aún con la mascarilla puesta, y ella le devuelve la mirada con una sonrisa que se aprecia perfectamente en el gesto de la Reina. No es común que los padres de la princesa de Asturias se muestren afecto en público. De hecho, tan sólo se ha podido captar una breve imagen de este comentado momento.

Cabe mencionar que, para la ocasión de este viaje exprés, la reina Letizia ha lucido uno de los vestidos más bonitos de su vestidor. Se trata de una pieza firmada por Emporio Armani -blanco, de lunares negros, corte midi y manga francesa acabada de volantes- que ha combinado con sus salones de piel de serpiente de Manolo Blahnik, bolso de Nina Ricci y pendientes de perlas australianas y diamantes.

Esta visita es la segunda de Felipe VI a Lisboa en dos semanas, después de asistir el pasado día 12 al funeral del expresidente portugués Jorge Sampaio, fallecido a los 81 años, que tuvo lugar en el monasterio de los Jerónimos.