45 años de Ford en España gracias a la intervención de un Juan Carlos I

Su Majestad El Rey Juan Carlos I junto a Henry Ford II en la inauguración de la planta en 1976.

DAVID ARROYO VARGAS
CREADA. 15-01-2022 | 09:30 H
FUENTE. NIUS  |  Publicación NIUS

La confianza que el entonces Príncipe inspiró al presidente Henry Ford II durante una conversación fue clave para su llegada a España.

Según el presidente de Ford, el emérito le aseguró que España sería una democracia y entraría en la Comunidad Económica Europea, eliminando sus dudas.

Tan solo en los últimos diez años, Ford ha invertido más de 3.000 millones de euros en las instalaciones de Almussafes.

Los problemas del rey emérito llevan algún tiempo removiendo algunas de sus actuaciones pasadas. Y nosotros tenemos un excelente motivo para sacar del baúl de los recuerdos algunas referentes al sector que nos ocupa, la automoción.

El motivo no es otro que los 45 años de la inauguración de la planta de Ford en Almussafes, que acaban de cumplirse hace no muchos días, y en la que don Juan Carlos tuvo un papel destacado. Estas son las bazas que jugó el ahora rey emérito para que una empresa tan importante y que tanta riqueza económica ha reportado a nuestro país recalase aquí.

En aquel entonces, cuando España ni siquiera era una democracia de pleno derecho, don Juan Carlos ya trataba de forjar una organización moderna para nuestro país, alejada de los sesgos autoritarios del franquismo. Franco había designado a don Juan Carlos como su sucesor y, tras su muerte el 20 de noviembre de 1975, este fue nombrado rey.

La democracia no tardó en llegar. Fue propuesta por el Gobierno y votada en referéndum por todos los españoles el 15 de diciembre de 1976. El anterior régimen quedó derogado de inmediato el 4 de enero siguiente y las primeras elecciones democráticas tuvieron lugar el 15 de junio de 1977.

Almussafes se adelantó a algunos de esos hechos, pues se inauguró el 25 de octubre de 1976, contando con la presencia del entonces presidente de la compañía, Henry Ford II, nieto del fundador y sucesor del mismo al frente de la misma.


Henry Ford II en la inauguración de la planta de Almussafes. FORD

Don Juan Carlos, decisivo

Mucho antes de aquella inauguración oficial el actual rey emérito había comenzado su labor diplomática para situar a España en el lugar que le correspondía en el panorama internacional. Tanto es así que uno de los principales cronistas de la Transición, Juan Manuel Fernández-Cuesta, en un trabajo para la Universidad Complutense de Madrid le denomina “el rey embajador” y califica sus visitas al exterior como un “aval de la democratización española”.

Los encuentros que mantenía no eran solo políticos, también abarcaban el ámbito empresarial y económicoY Ford fue el ejemplo perfecto tal y como lo describe a la perfección Juan Carvajal y Urquijo, compañero de estudios y amigo del monarca, dando una clave desconocida para muchos. Carvajal escribía hace dos años esto en una Tribuna de opinión para El País:

“En 1973, dos años antes de la muerte de Franco, la multinacional estadounidense Ford decidió invertir más de 1.000 millones de dólares en establecer una fábrica en España, la mayor inversión extranjera acontecida hasta el momento en nuestro país. Cuando años más tarde, como presidente de Ford España, tuve la oportunidad de preguntarle a Henry Ford qué razones le habían llevado a apostar por España, me contestó que lo hizo tras una larga conversación que mantuvo con el entonces príncipe“.


Jaime Carvajal y Henry Ford II el día de la inauguración de la plante de Almussafes. FORD

“Este le había asegurado que España sería una democracia y que formaría parte de la Comunidad Económica Europea. Juan Carlos I se comprometió antes de reinar a ejecutar lo que vino después. Y Ford hizo una gran apuesta basada en la confianza que le inspiró el entonces príncipe. A esta importante inversión, le siguieron después las de General Motors (hoy Opel, dentro del Grupo Stellantis) y Volkswagen. Hoy España es el segundo exportador de coches de la Unión Europea, después de Alemania.”

Juan Carvajal es perfectamente conocedor de estos detalles por dos razones. La primera porque él mismo fue la persona que facilitó la reunión dada su relación con don Juan Carlos. Lo explica la periodista Pilar Urbano en su libro ‘El precio del trono‘. “Jaime iba sumando puntos con premium ante aquellos poderosos permanentes que evalúan la eficacia: fue él quien hizo la lista de los españoles interesantes a los que el príncipe debía ver. Fue él quien puso en contacto a Juan Carlos y al empresario Henry Ford”. La segunda porque Juan Carvajal, que hoy tiene 82 años, fue una de las personas más relevantes en el ámbito económico español de la época y fue nombrado presidente no ejecutivo de Ford España entre 1981 y 2003.

El Club Bilderberg

Volviendo a cómo aterrizó aquí la fábrica cabe recordar que Ford había elegido a Cádiz como su primera ubicación en la década de 1920, un pequeño taller que trasladaría después a Barcelona y que terminaría clausurando.

A partir de la década de los 70′ la empresa norteamericana mostró, de nuevo, interés en invertir en España. Volvemos aquí a nombrar a Pilar Urbano porque en su libro cuenta que Carvajal puso en contacto a Juan Carlos y Henry Ford II “para que se cumpliese la indicación del Club Bilderberg y del Council on Foreign Relations: “Capitalizar España”».


Juan Carlos I con Henry Ford II en la inauguración de la planta de Ford en Almussafes. FORD

Recordamos que el club Bilderberg es un evento que reúne cada año a más de un centenar de las personas más influyentes del mundo mediante invitación. El propio Carvajal formó parte del mismo como miembro de su comité ejecutivo. Entonces, aunque parece innegable que Juan Carlos ejerció un importante papel al catalizar una enorme corriente de simpatía hacia nuestro país, también parece cierto que había cierto interés entre fuerzas políticas y económicas internacionales en que España se incorporase al grupo de democracias occidentales.

Fuera como fuese, la vuelta de “la Ford” -como entonces se la denominaba popularmente- fue ampliamente celebrada por una sociedad española necesitada de inversiones. La solicitud de la empresa norteamericana en 1973 se aprobó por el Gobierno español ese mismo año.

La Línea de la Concepción, Sevilla, Talavera de la Reina, Villarreal y Zaragoza también presentaron sus candidaturas ante el bufete de abogados Garrigues Walker que asesoraba a la delegación del Gobierno estadounidense, según recuerda Juan Omeñaca, que intervino en aquella operación trabajando para las autoridades valencianas y que con posterioridad ostentó diversas funciones ejecutivas en la fábrica durante muchos años.

Almussafes fue la elegida gracias a su ubicación cercana al puerto, a los altos hornos de Sagunto y a la llanura del terreno disponible, que facilitaba y abarataba enormemente la construcción de las instalaciones, además de sus comunicaciones que fueron reforzadas por carretera y tren.


Había complicidad entre Juan Carlos I y Henry Ford II. FORD

Hemmingway

Tres años más tarde se inaugura la planta, de la que comenzaba a salir un modelo del que entonces Ford carecía: un pequeño turismo que había sido diseñado específicamente para el mercado europeo y que en sus orígenes se había denominado “proyecto Bobcat”.

La idea era competir con el Renault 5, rivalizando con un utilitario de consumo contenido debido a la crisis del petróleo que surgió en 1973. Su nombre final “Fiesta” se le adjudicó debido en parte al país en el que se fraguó, pero también a que Henry Ford II era admirador y amigo de Ernest Hemmingway, lo que propició finalmente esa denominación heredada de su famosísima novela.

El primer coche salió de la línea de montaje de Almussafes el 18 de octubre de 1976, dos días antes de la inauguración de la planta. Las crónicas recogen que durante la inauguración, Henry Ford II destacó el interés personal que “ha venido mostrando hacia nuestro proyecto Su Majestad el Rey” además de asegurar “asistimos hoy al nacimiento de una empresa que es tan suya como nuestra”.

En la inauguración se produjo una anécdota curiosa y es que el rey llegó tarde. Venía, demorado, de inaugurar el tramo Silla-Gandía de Autopistas del Mediterráneo cuya construcción, aunque ya estaba proyectada con anterioridad, se aceleró expresamente para facilitar las comunicaciones de la fábrica.


Llegada del rey a la inauguración de la planta de Ford en Almussafes el 25 de noviembre de 1976. FORD

Hoy la factoría es un gigante que tiene 2.700.000 metros cuadrados de extensión -unos 250 campos de fútbol-, de los que 800.000 corresponden a edificios y plantas de trabajo. Su impacto económico es innegable. Por ejemplo, desde 2011 Ford ha invertido en Valencia 3.000 millones de euros, incluyendo más de 760 millones para la producción del nuevo Kuga (10 millones de ellos para el Kuga Full Hybrid) así como 5,2 millones de euros para la planta de ensamblaje de baterías.

Sirvan estos datos para complementar los que ya dimos en una información anterior sobre el crítico momento por el que atraviesa la fábrica a la espera de la posible adjudicación de nuevos modelos eléctricos.

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