Don Felipe realiza la ofrenda nacional al Apóstol Santiago en una jornada en la que también presidirá la reunión del Real Patronato y la entrega de las Medallas de Galicia; estos dos últimos actos, con presencia de Pedro Sánchez.
PABLO PAZOS
CREADA. 25-07-2021 | 18:00 H
FUENTE. ABC | Publicación ABC
El Rey ha llamado a «cimentar los caminos de unidad, solidaridad y concordia que aseguran nuestra convivencia en democracia y libertad», durante la ofrenda nacional al Apóstol, que el Monarca ha realizado por tercera vez en Santiago este domingo, segunda consecutiva tras 2020. En un discurso donde ha aludido en varias ocasiones a la «unidad de España», vinculadas con la «cohesión» y el «progreso» del país, Don Felipe, que pidió ayuda al Patrón de Galicia y de España para cimentar la «unidad», también ha reivindicado que «la Corona simboliza su carácter de puente entre pasado, presente y futuro; simboliza la continuidad de nuestra Nación en la historia como comunidad política, cultural y humana». Asimismo, ha subrayado que la Corona «impulsa los valores de la cultura xacobea», que «aporta tolerancia, respeto por la diferencia y el firme deseo de unir pueblos y culturas».
El Rey, en la misma línea, ha advertido de que el «mensaje» que irradia la cultura xacobea «debe ser atendido», porque «nos dice que los pueblos se construyen sobre su personalidad y también sobre lo que tienen en común con otros pueblos, con ese sentimiento de fraternidad». Don Felipe ha invocado al Apóstol «que simboliza la unidad». «A su alrededor, como en los abrazos que le dedican los peregrinos, se unió España y se une Europa», ha enfatizado. «La España que compartimos hoy es una obra colectiva en la que los sueños de muchos antepasados se plasmaron en una convivencia democrática», ha incidido. «Somos una nación vinculada por el pasado, por el presente y por el futuro».
El Rey ha hecho hincapié en que, por primera vez, a la Reina y a él les acompañan la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía en esta tradición, «que es, al mismo tiempo, expresión de modernidad porque sus valores no se agotan en la tradición misma, sino que continúan vigentes proyectándose en nuestro futuro compartido. Una costumbre muy querida por nosotros, que está en el corazón de España y en el alma de Europa», ha destacado.
Si en 2020 la alocución del Monarca estuvo claramente marcada por la pandemia de Covid, tampoco han faltado las alusiones en esta ocasión a «la crisis sanitaria provocada por la Covid-19», ahora que «de manera paulatina y prudente nos esforzamos por retomar el recorrido que la pandemia quiso interrumpir». En este punto, «queremos infundir esperanza entre quienes sienten desaliento» ante «una de las experiencias más duras que guardamos en nuestra memoria».
«En momentos como este son imprescindibles faros que alumbren y que marquen la dirección en la oscuridad», ha añadido el Rey. Uno lo representan «los ciudadanos» con «su solidaridad y entrega, con un gran sentido cívico». «Quiero reiterar en esta Ofrenda el orgullo y el respeto que, como español, siento por nuestro pueblo; por su determinación para superar definitivamente esta situación, por su voluntad para seguir construyendo el futuro que merecen nuestros ciudadanos», ha puesto en valor, con la «esperanza de recuperar la normalidad».
En este Año Santo bianual, Don Felipe ha resaltado que los Caminos de Santiago «han sido siempre expresión del deseo y la voluntad de formar una comunidad». El caminante siente «sus raíces, la pertenencia a su pueblo, pero no de un modo excluyente sino inclusivo». «El Camino de Santiago reúne la capacidad (…) para crear comunidades más amplias que hagan la convivencia más intensa, más fructífera».