El debate sobre la Monarquía es una etiqueta escrita por la extrema izquierda para promover la sustitución de la democracia liberal por una república socialista.
ABC Diario
CREADA. 15-08-2020 | 23:20 H
FUENTE. ABC | Publicación ABC
Más del 90% de los encuestados por GAD3 para ABC están al tanto de la salida del Rey emérito. Es un dato revelador de la trascendencia que ha tenido esta decisión en la opinión pública española. El juicio de los ciudadanos sobre las consecuencias de la salida de Don Juan Carlos no es tan homogéneo y refleja lo aventurado que era dar por hecha su eficacia terapéutica sobre el reinado del Rey Felipe VI. Por lo pronto, una clara mayoría ve desacertado que el Rey emérito fije su residencia fuera de España y más del 60% entiende que es una decisión que perjudica al actual Monarca. Los encuestados han sabido diferenciar el legado histórico de Don Juan Carlos de los episodios personales que le llevaron a renunciar al Trono, y reconocen mayoritariamente su papel positivo para España. Ahora bien, el recuerdo del protagonismo de Don Juan Carlos en la instauración de la democracia y la construcción de los consensos que la hicieron posible se está diluyendo entre los más jóvenes, quienes, en un 60%, juzgan negativamente la aportación de su reinado. Este dato no altera la preferencia general de los ciudadanos por la Monarquía parlamentaria, que es la opción del 56% de los encuestados, frente al 33% que optan por un sistema republicano. Sin embargo, el hecho de que solo el 53% de los votantes del PSOE apoyen el actual sistema político, frente al 34% que quieren la república, indica de qué manera el revisionismo histórico impulsado por los socialistas a partir de 2003, junto a sus pactos con los separatistas y, actualmente, con la extrema izquierda, han calado en el criterio político de sus bases. El respaldo abrumador de los votantes del PP, de Ciudadanos y de Vox a la Monarquía parlamentaria termina de dibujar la polarización provocada por la izquierda sobre la Corona, algo, por otro lado, previsible si el principal agitador del republicanismo es el vicepresidente segundo del Gobierno de Sánchez.
El debate sobre la Monarquía es solo una etiqueta escrita por la extrema izquierda, con el silencio cómplice del PSOE, para ocultar el verdadero debate que quiere promover: la sustitución de la democracia liberal, encarnada en la Corona, por una república socialista, en la peor de las significaciones históricas de este sistema político, adornado con el no menos peligroso adjetivo de «plurinacional», para que quede bien clara la inspiración soviética de sus promotores. Actualmente, el 51% de los encuestados creen que sería negativo un referéndum sobre la Monarquía. Los partidos verdaderamente constitucionalistas tienen que ser conscientes de que su labor de oposición, al margen de la pandemia del Covid-19 y de la crisis económica, debe dedicar un capítulo especial a la defensa militante de la Monarquía parlamentaria. Los avisos de esta encuesta son claros.